
Llegó a ser decano de la cinematografía nipona y un destacado realizador. Como director realizó cien películas. En 1928 se trasladó a Europa, donde estableció contacto con cineastas de la talla de Eisenstein y Pudovkin.
Su primer film sonoro, de 1931, se tituló <Ikonokota Shinshegumi> (El superviviente Shinshegumi).